SAN ANDRES nació en Betsaida, población de Galilea situada a orillas del lago de Genezaret. Era hijo del pescador Jonás y hermano de Simón Pedro. La Sagrada Escritura no especifica si era mayor o menor que éste. Cuando San Juan Bautista empezó a predicar la penitencia, Andrés se hizo discípulo suyo. Precisamente estaba con su maestro, cuando Juan Bautista, después de haber bautizado a Jesús, le vio pasar y exclamó: "¡He ahí al cordero de Dios!" Andrés recibió luz del cielo para comprender esas palabras misteriosas. Andrés comprendió claramente que Jesús era el Mesías y, desde aquel instante, resolvió seguirle. Así pues, fue el primer discípulo de Jesús. Por ello los griegos le llaman "Proclete" (el primer llamado). Andrés llevó más tarde a su hermano a conocer a Jesús, quien le tomó al punto por discípulo, le dio el nombre de Pedro. Desde entonces, Andrés y Pedro fueron discípulos de Jesús.
Al
principio no le seguían constantemente, como habían de hacerlo más
tarde, pero iban a escucharle siempre que podían y luego regresaban
al lado de su familia a ocuparse de sus negocios. Cuando el Salvador
volvió a Galilea, encontró a Pedro y Andrés pescando en el lago y
los llamó definitivamente al ministerio apostólico, anunciándoles
que haría de ellos pescadores de hombres. Abandonaron inmediatamente
sus redes para seguirle y ya no volvieron a separarse de EI.
El
género de muerte de San Andrés y el sitio en que murió son
inciertos. La tradición
de que murió en una cruz en forma de "X"
no circuló antes del siglo IV. En tiempos del emperador Constancio
II (+361), las presuntas reliquias de San Andrés fueron trasladadas
de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los
cruzados tomaron Constantinopla en 1204, y, poco después las
reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en
Italia.